Mesa de selección
Las primeras añadas que se recogieron en Remírez de Ganuza dieron a Fernando la idea de que era imprescindible seleccionar la uva al llegar a bodega.
Como no existía un sistema estandarizado para llevar a cabo este proceso, ingenió una mesa de selección partiendo de una mesa de selección de carnicería. Así nació uno de los primeros procesos de selección manual de uva en bodega de España. Durante cada vendimia, un equipo de personas selecciona manualmente toda la uva que vamos a usar para elaborar nuestros vinos.
Reposo de la uva a temperatura controlada
Todos los racimos, al llegar a bodega del campo, reposan durante 24 horas a temperatura controlada – entre 4 y 6Cº- antes de entrar a la mesa de selección.
Hombros y puntas
Una de las innovaciones más notables de nuestro proceso de elaboración es el de separar los racimos de tempranillo en dos partes. Los hombros, con una maduración fenólica perfecta, se usan para los vinos con más crianza y potencial de guarda, mientras que las puntas van destinadas al vino de maceración carbónica, el Erre Punto.
Crianza
Una de las señas de identidad en Remírez de Ganuza ha sido desde nuestros inicios el uso de barricas nuevas de roble francés para la crianza de nuestros vinos. En nuestra búsqueda de las maderas más adecuadas para que nuestra uva se exprese como queremos, hemos ido encontrando diferentes productores de barricas, que combinamos para conseguir los resultados que buscamos. Además, hemos incorporado otros recipientes para algunos de nuestros vinos, como tinajas de cerámica, en la que se cría Iraila, nuestro primer vino basado en garnacha.
Ninguna botella de Remírez de Ganuza sale al mercado sin haber reposado largo tiempo en bodega, ya que el tiempo es clave para el desarrollo de las características y el estilo que buscamos.
Trasnocho
La técnica de elaboración de Trasnocho fue fruto de sucesivas pruebas y errores. Queríamos desarrollar un método para extraer el vino que queda en los hollejos tras dejar salir el mosto lágrima para hacer nuestro vino de Reserva y Gran Reserva. Obsesionados con conseguirlo sin oxidación ni friccción a estos hollejos, lo que causaría una pérdida de calidad en el vino, fue en 2001 cuando conseguimos perfeccionar el método y patentarlo.
Una vez que el mosto lágrima ha salido del tanque de fermentación, quedan dentro los hollejos. Sin sacarlos ni estrujarlos de ningún modo, introducimos un gran “globo” por la parte superior del tanque. Una vez que está dentro, lo llenamos de agua. El suave peso de esa agua, sin ejercer más presión, va haciendo que el mosto contenido en los hollejos vaya cayendo. De este modo, en cada añada conseguimos unas 9.000 botellas de Trasnocho. El nombre proviene de la antigua tradición riojana de dejar escurrir suavemente el vino que se había pisado por el día, gota a gota durante toda la noche, sin presión, y sin friccionar los orujos ni las pepitas. Así, Remírez de Ganuza Trasnocho es un vino con una gran estructura, redondo y sabroso, con frutas negras y especias.